Troilo, hermano de Políxena (ambos príncipes de Troya e hijos de Hécuba y Príamo) fue asesinado por Aquiles, ya que según el Oráculo, nunca saquearían Troya si Troilo llegaba a los 20 años. Pero como los dioses se ríen de todos los hombres y mortales, Aquiles acabó enamorado de Políxena, a la que le contó su debilidad(o ella lo descubrió). Su famoso Talón de Aquiles. Así fue como París se enteró de su punto débil y aprovechó una de las visitas de Aquiles al templo de Apolo Timbreo para ver a Políxena (según algunos autores hablan de preparar su casamiento), para acabar con el héroe Aqueo.
El “eidolon” de Aquiles(su fantasma), se apareció a los supervivientes del saqueo de Troya, pidiendo el sacrificio de la princesa a cambio de que llegara la paz allí. Así fue como el propio hijo de Polixena, Neoptólemo, la sacrificó cortándole la cabeza sobre la tumba de Aquiles.

En este precioso cuadro de Charles Le Brun, uno de los grandes artistas franceses del siglo XVII, nos muestra justo el momento en el que es llevaba Políxena a sacrificar en la tumba de Aquiles.
A pesar de tratarse de un barroco de corte clasicista (nada que ver, por ejemplo, con la violencia de una obra de Caravaggio), si podemos observar la fuerza y la agresividad de la situación. Políxena muestra su pecho a Neoptólemo y, según cuenta Eurípides en sus “Tragedias” en el 424 a.C, exclama: “Joven príncipe, si es mi pecho donde vas a golpear, aquí está, golpea; o si es mi cuello donde apunta tu espada, detente, pues está desnudo”. Hécuba intenta evitar el desastre, pero un soldado la sujeta el brazo. Mientras, Neopltólemo, con una mirada completamente negra y oscura, levanta la pequeña espada con un gesto casi dubitativo ante el matricidio que va a realizar.
Nacido en París el 24 de febrero de 1619, Charles le Brun pertenecía a una familia de artistas. Gracias al canciller Pierre Séguier, es enviado con 11 años al taller de Simon Vouet.
Su calidad deslumbraba tanto que a los 15 años ya recibe encargos del cardenal Richelieu, principal ministro del rey de Francia Luis XIII. Tras marchar el 1642 a Roma bajo la tutoría del genio Nicolás Poussin, volvió a París en el 1646 como un gran pintor. A partir de ese momento todos los grandes prohombres Franceses de su momento le pidieron obras, Nicolas Fouquet, el ministro de finanzas Jean-Baptiste Colbert y por supuesto del propio rey Luis XIV.
Fundador de la Academia de Francia en Roma, no sólo fue un gran pintor, si no que también fue teórico de arte, con su obra publicada póstumamente, “Méthode pour apprendre à dessiner les passions”. En él, habla de cómo los colores sirven para expresar emociones.
Charles Le Brun muere en París en el año 1690, convirtiéndose junto a Nicolas Poussin, es uno de los pintores más importantes del barroco Francés.
Víctor Yuri de Torres
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